miércoles, 29 de abril de 2009

LA INFLUENCIA DEL PUERCO EN LA INFLUENZA PORCINA

Me persiguen. 
He recibido múltiples acusaciones, reclamos e insinuaciones relacionadas con la influenza porcina.
Dicen "¡ayyy, sí, qué casualidad que al poco tiempo de salir La Vida Puerca aparece la marrana infección!" De verdad que yo no tengo nada que ver.
Como es obvio, mi vida diaria transcurre entre cerdos, marranos, cochinos, puercos, chanchos, cuches de diferentes condiciones sociales y religiones, pero nunca nos habíamos topado con tan tocinil enfermedad.
Tengo una teoría relacionada con el origen de esta epidemia, pero no sé si deba hacerla pública pues el sujeto que parece ser el origen del catarro jamonense es peligroso y ha estado preso en varias ocasiones. Él también me amenazó.
Ya no puedo salir a la calle: o me contagio o me culpan de la influenza o me agarra el verdadero culpable. De todos modos no estoy bien con nadie.



Por cierto, creo que también estoy contagiado, pues algo que no se ha dicho es que uno de los síntomas más horribles es el crecimiento acelerado de la frente y la separación de los ojos; la risa se vuelve estúpida y las cejas se tornan a la Jack Nicholson... creo que sí me tocó el marrano resfrío.
De cualquier manera, yo pido que no perdamos de vista a Porky, a Babe, al Puerco Araña, al Brazo de Plata y al secretario de Hacienda, ninguno de ellos tiene cara de inocencia y sí, en cambio, tienen muchos resentimientos sociales. 

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